Diputado Arturo Ávila impulsa reforma para sancionar contenidos que promuevan el delito en música, series, películas y videojuegos en México.
En un México que lucha por la construcción de una cultura de la paz, la música, las series de televisión y los videojuegos han quedado bajo la lupa legislativa. Arturo Ávila, diputado de Morena, ha presentado una iniciativa que podría marcar un antes y un después en la forma en que se produce y consume entretenimiento en el país.
La propuesta busca reformar el artículo 208 del Código Penal Federal para sancionar con trabajo comunitario a quienes difundan, de forma pública, contenidos que glorifiquen la violencia, el crimen organizado o cualquier tipo de delito o vicio.
“Queremos evitar que se sigan promoviendo expresiones que solo generan violencia. Esto no solo se trata del crimen organizado, también de contenidos que incitan a la violencia contra las mujeres y otras formas de agresión”, explicó el legislador.
La cultura del narcocorrido, bajo fuego
La iniciativa cobra fuerza tras la reciente presentación del grupo Los Alegres del Barranco, quienes encendieron las alarmas tras proyectar imágenes de Nemesio Oseguera, alias «El Mencho», líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), durante su show en el Auditorio Telmex de Zapopan. Mientras interpretaban temas como El Señor del Palenque, se viralizaron videos que mostraban la clara apología a uno de los criminales más buscados de México y Estados Unidos.
El hecho fue tan grave que las autoridades migratorias estadounidenses retiraron las visas a los integrantes del grupo, generando una ola de reacciones tanto en México como en el extranjero. Incluso la presidenta Claudia Sheinbaum pidió una investigación inmediata:
“No debería ocurrir eso, no está bien”, afirmó contundente.
¿Qué busca cambiar la reforma?
Actualmente, el artículo 208 sanciona a quienes inciten públicamente a cometer un delito o hagan su apología. Sin embargo, la nueva propuesta busca precisar qué tipos de contenidos entran en esa categoría, ampliando su alcance a:
- Música (como los narcocorridos)
- Películas y series que glorifican criminales
- Videojuegos con narrativas violentas
- Obras de teatro y expresiones escénicas
- Producciones digitales en redes sociales
Para Morena, se trata de un paso clave para alinearse con la agenda del gobierno federal y construir una narrativa que no normalice ni celebre la violencia. La iniciativa también se alinea con políticas internacionales que ya han comenzado a limitar los contenidos que promueven conductas delictivas o antisociales.
“No fue homenaje”: la disculpa pública del grupo
A través de un video publicado el 2 de abril, Los Alegres del Barranco ofrecieron una disculpa pública, asegurando que no fue su intención hacer apología del crimen.
“Nosotros no somos así y es algo que tampoco nos representa”, declararon.
Pero el daño ya estaba hecho. El incidente no solo reavivó el debate sobre el impacto de la música en la juventud mexicana, sino que también encendió un foco rojo sobre la permisividad cultural hacia los íconos del narcotráfico.
¿Censura o responsabilidad social?
Aunque la propuesta ha sido respaldada por sectores que promueven la cultura de la legalidad, también ha generado debate entre defensores de la libertad de expresión, quienes ven con preocupación cualquier medida que pueda derivar en censura. Sin embargo, Arturo Ávila es claro:
“Esto no es censura, es una medida para proteger a la sociedad y frenar la glorificación del crimen”.
En un país donde los contenidos violentos tienen altos niveles de popularidad, esta propuesta abre una discusión necesaria sobre los límites entre el arte, la libertad creativa y la responsabilidad social. ¿Hasta dónde debe permitirse la ficción cuando esta puede volverse un espejo para la realidad más cruda?