La organización sigue buscando a unas 300 personas nacidas durante el cautiverio de sus madres bajo la dictadura.
“Tengo sobrinos nuevos. La familia se amplió por lo menos con tres personas: un hermano y dos sobrinos”, celebró ante una sala colmada de periodistas y también de personas defensoras de los derechos humanos en el museo sitio de memoria que funciona en la ex Escuela de Mecánica de la Armada, uno de los centros de detención clandestina que funcionó durante la dictadura.
El nieto recuperado se reencontró este mismo viernes con su familia, poco antes de realizarse la rueda de prensa en la que no participó. Anteriormente los hermanos se habían conocido por una videollamada.
“Él expresó el deseo de conocernos. Estaba contento y sorprendido. La magnitud de eso que encontró le va a llevar tiempo elaborarlo”, refirió Miguel Santucho. “No puedo dejar de decirles que es hermoso, es un chico hermoso. Lo conocemos hoy y lo que le espera lo sabe. Tengo la sensación de haber encontrado a un ser luminoso. El abrazo que nos dimos es para siempre”, agregó.
La persona hallada es un hombre que se acercó de manera espontánea a Abuelas de Plaza de Mayo. Había sido apropiado por una pareja formada por un militar y una enfermera que tenían ya una hija 20 años mayor, indicaron las Abuelas. Fue la hija de esa pareja quien le informó hace unos cinco años que ellos en realidad no eran sus padres. Las Abuelas no comunicaron detalles sobre dónde vive actualmente el nieto recuperado ni si los apropiadores siguen vivos o no.
El hallazgo del nieto 133 ocurre luego de la muerte en 2012 de su abuela Nélida Gómez de Navajas, quien fue secretaria de la organización. “Cuando me enteré, el primer pensamiento fue para mi abuela. Ella fue una luchadora increíble. Ella me sostuvo y me inició en la búsqueda. Después pensé en mi mamá y en lo fuerte que fue para sostener ese embarazo y aun después de que le sacaran el hijo sostener a las demás mujeres”, evocó Miguel Santucho.
Cristina Navajas, militante del PRT-ERP, fue secuestrada cuando tenía dos meses de embarazo, el 13 de julio de 1976, junto con su cuñada Manuela Santucho y Alicia Raquel D’Ambra. Según testimonios de sobrevivientes fue llevada a diversos centros clandestinos de detención.
En el departamento de donde se las llevaron quedaron a solas tres niños pequeños: los dos hijos de Cristina Navajas y otro de Manuela Santucho. Allí los rescató la abuela Nélida. Los dos hermanos fueron sacados luego de Argentina a Italia, donde estaba su padre. Al momento del secuestro de su madre, Miguel Santucho tenía nueve meses de edad y su hermano Camilo tres años.
“Es una victoria de la democracia y una derrota de la dictadura, porque ellos nos querían quitar a los hijos y los estamos recuperando”, declaró el padre Julio César Santucho.
El PRT-ERP fue una organización guerrillera de orientación trotskista que actuó en las décadas de los 1960 y 1970, la misma época que los peronistas de Montoneros.
Mario Santucho murió en 1976, en un enfrentamiento cuando un grupo militar rodeó el domicilio en el que se encontraba junto con otros líderes del PRT-ERP. Se desconoce dónde están sus restos. De sus familiares, 10 permanecen desaparecidos.
La dictadura argentina (1976-83) causó unas 30.000 personas desaparecidas, según los organismos de derechos humanos. Abuelas de Plaza de Mayo sigue buscando aún a unos 300 nietos nacidos durante el cautiverio de sus madres.