El jugador recibió una dura entrada del jugador del Brest, Lilian Brassier, a la hora de juego del partido de Copa en el que los parisienses lograron el billete para los cuartos de final.

Tras la expulsión del rival y unos minutos en el césped con gesto de evidente dolor, Mbappé, que para entonces ya había conseguido el primero de los tres goles de su equipo, pudo levantarse y acabar el duelo.