Netanyahu promete “restablecer la unidad” en Israel tras meses de protestas

Los manifestantes protestan en contra de la ley que blinda al primer ministro de la posibilidad de ser recusado. Se trata del movimiento de protesta más importante de la historia reciente de Israel.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, prometió una “solución” para encontrar el “mayor consenso posible” ante la fractura social que provocó la reforma judicial que impulsa, y que este jueves (23.03.2023) volvió a congregar a cientos de miles de israelíes en las calles durante violentas protestas. “Haré todo lo que esté a mi alcance para llegar a una solución y calmar los ánimos en el pueblo”, afirmó el primer ministro en un mensaje televisado, en el que tendió una mano a la oposición para dialogar, pero sin suspender la tramitación de la polémica legislación en el Parlamento.

“No queremos controlar a la Justicia, queremos equilibrarla. No es el fin de la democracia, es el reforzamiento de la democracia”, subrayó el primer ministro sobre su reforma, que busca suprimir la capacidad del Supremo de revisar y anular leyes anticonstitucionales y da al Ejecutivo gran control en el nombramiento de jueces.

“Deja de implementar una dictadura” dice el cartel de una manifestante en Tel Aviv.

Este jueves, Israel desplegó en sus calles a la Policía montada y utilizó cañones de agua para dispersar las multitudinarias protestas antigobierno, cada vez más violentas, que volvieron a replicarse en todo el país. Los manifestantes repudiaban particularmente una ley aprobada durante la madrugada, que blinda a Netanyahu de la posibilidad de ser recusado o declarado no apto para ejercer su cargo, mientras enfrenta un juicio por varios cargos de corrupción.

Se trata del movimiento de protesta más importante de la historia reciente de Israel, surgido en enero, luego de que el Gobierno, el más derechista y religioso que ha tenido el país, anunció la reforma. Bajo presión, la coalición gubernamental accedió el lunes a suavizar algunos aspectos polémicos de su plan y a aplazar la tramitación parlamentaria de casi todas las nuevas leyes para después del receso legislativo, en mayo.

Los opositores a la reforma temen que, con ella, una mayoría simple en el Parlamento podrá derogar cualquier ley o decisión del Supremo, lo que podría vulnerar los derechos de sectores liberales y seculares. “Déjenme decirlo explícitamente: esto no pasará”, sentenció Netanyahu. “Mi intención es garantizar los derechos civiles, los derechos fundamentales de todos los ciudadanos israelíes, judíos, no judíos, religiosos, seculares, hombres, mujeres, miembros de la comunidad LGBTQ+”.

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