A las cuatro de la mañana del viernes en Melbourne, el escocés Andy Murray (66º ATP) avanzó a la tercera ronda del Abierto de Australia al batir al local Thanasi Kokkinakis (159º), en un épico partido, 4-6, 6-7 (4/7), 7-6 (7/5), 6-3 y 7-5, en cinco horas y 45 minutos.
El partido más largo del Abierto de Australia desde que se tienen registros duró ocho minutos más, la final de 2012 que Novak Djokovic ganó a Rafael Nadal (5h53).
Pasaban exactamente seis minutos de las cuatro cuando los dos jugadores se saludaron con la red de por medio. Según la organización es el tercer partido que finaliza más tarde desde que hay registros en el tenis, tras el Zverev-Brooksby en Acapulco-2022 (4h54 de la mañana) y Hewitt-Baghdatis en el Abierto de Australia 2008 (4h34 de la mañana).
“Ha sido increíble, él ha servido muy bien, pero yo he jugado cada vez mejor y sí, tengo un gran corazón”, señaló el escocés, que ya había necesitado 4h49 para sorprender al italiano Matteo Berrettini (14º ATP) salvando una bola de partido en la primera ronda.
“Ganar dos sets ya lo he hecho, por lo que me apoyé en mi experiencia, en mi amor hacia el juego y a la competición”, explicó Murray.
Kokkinakis ganaba 5-2 en la tercera manga y sirvió para el partido, pero Murray alcanzó el tie-break y se lo llevó en su primera bola de set.
El sábado jugará ante el español Roberto Bautista (25º) por una plaza en octavos.