El hombre armado que abrió fuego en un hospital de Tulsa, Oklahoma, y mató a cuatro personas este miércoles fue paciente de cirugía de una de las víctimas, informó este jueves el jefe de policía de la ciudad, Wendell Franklin, en una conferencia de prensa.
El atacante, al que identificaron como Michael Louis y a quien la policía encontró muerto, disparó y mató al Dr. Preston Phillips, la Dra. Stephanie Husen, Amanda Green y William Love en un edificio en el campus del Hospital Saint Francis en Tulsa, dijo Franklin.
Louis se sometió a una cirugía de espalda el 19 de mayo, que realizó por Phillips, y posteriormente llamó varias veces durante múltiples días quejándose de dolor y queriendo tratamiento adicional, según Franklin.
Este tiroteo masivo es el más reciente en un país donde las personas deben enfrentarse cara a cara con la amenaza de la violencia armada en lugares públicos. Ocurre más de dos semanas después de un ataque racista en un supermercado en Buffalo, Nueva York, y de un ataque sangriento en una iglesia en California. Y apenas ocho días después de una masacre desgarradora en una escuela primaria en Uvalde, Texas.
El de Tulsa es uno de los 233 tiroteos masivos que han ocurrido en EE.UU. este año, según el Archivo de Violencia Armada. CNN y el archivo definen un tiroteo masivo como uno en el que al menos cuatro personas reciben disparos, excluyendo al atacante.
Arma hallada en el lugar del tiroteo se compró el mismo día, revelan fuentes
Un arma al estilo de asalto que se encontró en la escena del tiroteo había sido comprada ese día, según tres fuentes federales que tienen conocimiento de la investigación.
El arma era de estilo AR-15, indicó una fuente. El 29 de mayo se compró un arma diferente, una pistola, le dijo una fuente a CNN.
Las dos armas de fuego, un rifle semiautomático y una pistola semiautomática, se hallaron en la escena, según informó el capitán Meulenberg a CNN anteriormente.
La escena del tiroteo
“Era una locura adentro, con cientos de habitaciones y cientos de personas tratando de salir del edificio”, relató a CNN el capitán del Departamento de Policía de Tulsa, Richard Meulenberg.
La policía recibió una llamada justo antes de las 5 pm del miércoles sobre un individuo con un arma de fuego en el Edificio Médico Natalie en el campus del Hospital St. Francis, dijo el subjefe de policía de Tulsa, Eric Dalgleish, en una conferencia de prensa.
Los agentes que respondieron llegaron en cuestión de minutos: “Escucharon disparos en el edificio y eso fue lo que los dirigió al segundo piso”, dijo Dalgleish.
La policía sospecha que las heridas fatales del atacante fueron autoinfligidas, y junto a él se encontraron dos armas de fuego, descritas por Meulenberg como un “rifle semiautomático” y una “pistola semiautomática”, que se cree que se usaron en el tiroteo. Dos de los fallecidos fueron encontrados en la misma habitación que el atacante, dijo el capitán de policía.
Además, menos de 10 personas sufrieron lesiones que no ponen en peligro la vida, dijo Meulenberg. Las autoridades están tratando de determinar si fueron heridos por disparos o durante el caos de escapar de la escena, dijo. Ningún agente resultó herido.
“Fue a este lugar con mucha determinación”
Los investigadores están trabajando para determinar el motivo del atacante, aunque no se creía que el tiroteo fuera indiscriminado, dijo Meulenberg a Don Lemon de CNN.
“Fue a este lugar con mucha determinación, fue a un piso muy específico y disparó con un propósito muy específico”, dijo. “Este no fue un tiroteo al azar por parte de este individuo”.