El regidor Isaac Ramos López lamentó las estrategias de sabotaje del Partido Acción Nacional (PAN) para desviar la atención de la opinión pública y victimizarse para ocultar sus pugnas internas, y recordó que en el 2005 la sede municipal de ese partido fue incendiada de manera intencional por presuntos militantes.
“No es la primera vez que vemos estas situaciones, hay que tener memoria porque los panistas prefieren olvidar y que se les dé carpetazo a las investigaciones, como fue el incendio ocurrido la madrugada del domingo 30 de enero del 2005 en el PAN municipal”, agregó el edil perredista.
En ese entonces, detalló, el incendio que a todas luces fue provocado destruyó el equipo de cómputo y los archivos con diversa información, los autores dejaron pintas en los muros como las siguientes: “el PAN debe cumplir con sus promesas”, y “estamos del lado de los policías por los bajos sueldos que reciben”.
“Nos queda muy claro que el PAN está buscando la manera de que el videoescándalo del Congreso del Estado que ellos mismos generaron ya no les siga salpicando, no exigen la licencia del alcalde de Ébano, Crispín Ordaz Trujillo, uno de los actores principales del video filtrado; también la licencia de la diputada Josefina Salazar por el blanqueo de cuentas municipales; los casos de los recomendados de Xavier Azuara y Héctor Mendizábal en la Auditoría Superior del Estado”.
Por lo que Ramos López calificó como vulgar y corriente el reciente robo en el Comité Municipal panista, “cuando pareciera que se trata de un acto premeditado de los mismos militantes de ese partido ante los conflictos internos que hoy más que nunca les ha generado un descrédito mayúsculo ante la sociedad potosina”.
Por ello, resulta difícil hacer creer a la población que son las víctimas de terceras personas “pues la realidad es otra, es decir, es el reflejo de su incompetencia, además de su nula labor y de resultados a favor de la ciudadanía”.
Es una verdadera pena, remarcó, que sólo busquen notoriedad con este tipo de actos de sabotaje, pero que se acuerden del incendio del 2005, porque ellos mismos le dieron “carpetazo” y ya no quisieron saber nada para que no saliera la verdad, los entonces dirigentes municipal Pedro Pablo Cepeda Sierra y el estatal, Joaquín Romero Abad, dejaron el caso en la impunidad por obvias razones.